domingo, 7 de diciembre de 2014

La Realidad Social Cap. I del libro ...Y que es la realidad


 Fragmento del libro y que es la Realidad (Cap. 1ro. La Realidad Social) Página 89

...Recorriendo mi ciudad veo en las plazas niños y niñas que ni llegan a los 14 años y ya están fumando drogas, las cuales los dejan para siempre mas idiotas, porque las drogas destruyen constantemente las conexiones neuronales de manera irrecuperable, o tomando vino con gaseosa, pobres chicos, me he dicho, lástima que no puedo hacer nada para ayudarlos. Una vez pare el coche, junto a la plaza que esta en el Barrio San Jacinto de mi ciudad y le dije a un montón de más o menos 10 chicos:
—No les da vergüenza que toda la gente los mira como unos tontos que no tienen amor de sus padres?
—Ja,Ja, y si es verdad! a mi me echo mi papa, ja,ja, —contesto un chico de tal vez 14 años con todo su rostro deformado de tantos piersing, tenía mas alambres en la cara que un gallinero de barrio.
—Y mi mama esta presa por Mechera, ja, ja , pero tengo mucho amor, todas las noches me voy a la cama con uno distinto —dijo la niña que se reía de más o menos 12 años y se empino vino de una caja y pude ver en sus brazos las picaduras de las jeringas de tal vez drogas, estaba pintarrajeada como para carnaval de prostitutas precoces.
—Mi Viejo si me quiere! dijo que cuando consiga trabajo me va a comprar una moto!! —dijo con ojos brillantes y llenos de alegría, con la misma alegría que tienen obviamente los niños que esperan un juguete y de su edad.
—Ja,Ja, Si tu viejo nunca laburo es un borracho! —Todo el montón se rió.
—Ja, Ja, Guacho!, a mi la moto me la regalo un amigo de mi mama, que es como mi papa. —Dijo la niña de aproximadamente 13 años, era muy bonita de ojos verdes, pero sus orejas habían perdido todo lo femenino, tenía todo tipo de cosas colgando y sus correspondientes orificios de muy mal gusto para el sentido común de la gente, habían quedado como perchero de chatarritas y baratijas de toda clase.
—Meeeeeee, Que va a ser como tu papa!?, querrás decir que se comparten el amigo con tu vieja, si me contaste que para que te la compre te lleva al monte 2 veces por semana!, ja,ja, que amigo!! ja,ja —comento un chico, y la niña me miro y se rio, pero no dijo nada, en el sentido de quien calla otorga, no se disgusto, levanto luego un cigarrillo sin terminar del suelo y lo intento encender
—Chicos!, por favor, ya es tarde, son casi las 23, porque no están en sus casas estudiando o planeando y construyendo un futuro mejor!, es por su bien —dije con tono de suplica y consejo verdadero.
—Lo que pasa es que somos chicos pero con mentalidad de grandes, o sea somos adultos, nadie nos entiende! —dijo una niña
—Yo si los entiendo, ustedes llegaron a este estado, porque les falto el amor verdadero que existe en la familia, no les hablo del amor de la calle, sepan que los hombres maduros ya están durmiendo para mañana ir a trabajar porque quieren darles un futuro mejor a sus hijos, y sepan que la madurez en las mujeres no es tomar vino a cualquier hora del día, o fumar, la madurez es también saber cerrar las piernas o decir que no.
Había un joven de 16 años más o menos que parecía disgustado después de lo que dije, es que la verdad duele, se le podía notar un arma de fuego bajo la remera, por suerte no intento usarla contra mí, no hubiera tenido oportunidad el pobre infeliz ni de montar la primera bala antes de que le rompiera el brazo en 2 partes.
Solo agache la cabeza, di media vuelta y me fui muy apenado, es que no hay nada que se pueda hacer, estos chicos en su mayoría abandonaran los estudios, las niñas terminaran violadas o embarazadas antes de los 15 años y los niños terminaran muertos o en algún correccional también antes de los 15 años, sin hablar de que tal vez la mitad de esos chicos ya tenga SIDA con lo cual seguro morirán antes de los 20 años.
Cuando me senté en el coche, note que algo me hacia sombra por la ventanilla, y pude ver que otro chico de más o menos 17años, estaba apuntándome por la ventanilla del acompañante con un revolver 22 largo, y todo atado con cinta de aislar cables:
—Deja puesta las llaves y dame toda la plata! —me dijo, con un acento dialecto de los barrios marginados por la delincuencia, casi indescifrable, pero que pude entender con algo de esfuerzo.
Pobre chico, como se equivoco con migo, en un solo parpadeo de sus ojos le tome el revólver con mi mano derecha, pero en una maniobra a la cual se le rompía automáticamente su dedo índice, comenzó a gritar de dolor, de mientras que con mi izquierda lo tome de los pelos y le pase el cuerpo completo por la ventanilla , lo arrastre hasta el montón de chicos, y me acomode sentado en un sube y baja de madera, mientras gritaba de dolor, con una mano lo tenía sujeto y atado con toda su sucia melena con sus brazos por detrás y hacia arriba, lo acomode en mi falda , le baje los pantalones frente a todos sus amigos, y le di más de 20 chirlos en la cola, que fueron como latigazos o azotes, porque mis manos me quedaron ardiendo, luego más de dos horas, el resto gritaba:
—¡Por favor déjelo!, Jony no le izo nada déjelo Señor! —Honestamente no me dijeron Señor, me gritaban malas palabras, al mismo tiempo que el tal Jony lloraba y marraneaba ya no como un muchacho, mas bien como una niña.
Y el otro chico con el arma realizo un movimiento para usarla o sacarla de su cintura, solo lo mire y le dije:
—Yo que vos no me arriesgaría, por ahí… también… recibís una lección!
El chico no dijo nada y se marcho, Después de cansarme de darle tantos chirlos por la cola, lo tire como una bolsa de basura frente al grupo, me levante, me peine el cabello que me había quedado desalineado, me lustre un poco los zapatos, y les dije buenas noches a todo el grupo, y aunque parezca increíble me dijeron casi todos juntos:
—Buenas noches Señor!
Mientras me alejaba en el coche los miraba por el espejo retrovisor y vi que el grupo de niños se estaba dispersando seguramente cada uno a su casa. Aunque no viene al caso , voy a agregar que al revolver lo entregue en la comisaría.
Analía quería hacerme más preguntas de ese episodio hacía ya más de un año.
No quería salirme de el tema y distraje sus preguntas mirando un zorzal que cantaba en el árbol, le hable un poco de los pájaros y seguí con el asunto de la clase social pobre, también muchos se preguntaran, ¿Cómo es que se llega a estos estados tan bajos?, pues bien, sepa que somos como una computadora se nos programa que seremos de grandes desde muy pequeños, si de chico te dicen “eres gordo”, ¿qué crees que pasara? si a una persona le dicen de chico “eres un burro” , ¿cómo crees que le irá en la escuela?, si le dicen a una niña “eres una puta”, ¿qué crees que pasara en su adolescencia? . Cada persona es el programa de los seres que nos rodean, es por eso que hay razones más que suficientes para no rodearse de malas personas con malos hábitos o costumbres, porque uno termina creyendo que eso es la vida y la realidad, pero la realidad es abundancia y prosperidad en todos los sentidos...
(c)Héctor A. Palavecino.- Del libro "...Y que es la realidad?" ISBN: 978-987-33-5999-6, Edición Enero de 2014.-
http://goo.gl/kJshVz


                                                                                                                         



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